La artritis se asocia con más de 100 condiciones identificables que se presentan en su totalidad o en parte con dolor, inflamación y rigidez de las articulaciones. Según la Sociedad de Artritis, más de 5 millones de adultos declaran tener artritis.
¿Qué es la artritis?
La artritis es una condición crónica que se caracteriza por una dolorosa inflamación de las articulaciones y los tejidos circundantes. Los factores que conducen al desarrollo de la artritis son variados y pueden incluir la genética, los trastornos del sistema inmunológico, las lesiones previas, el sedentarismo y la obesidad. La artritis puede afectar a cualquier articulación y puede presentarse en una, varias o muchas articulaciones, dependiendo del tipo y la gravedad de la afección. Las áreas comunes de impacto son el cuello y la espalda, las articulaciones pequeñas (manos, pies, mandíbula) o las articulaciones grandes como las caderas y las rodillas.
No hay duda de que la artritis está muy extendida entre los adultos, y lamentablemente no tiene cura. Pero, hay mucho que se puede hacer a través de la gestión médica, la fisioterapia y la autogestión.
¿Qué tipo de artritis tengo?
¡Esta es la pregunta del millón de dólares! Un diagnóstico preciso es la clave para establecer un programa de tratamiento exitoso con su médico y fisioterapeuta. Aunque a veces puede ser un reto médico establecer un diagnóstico correcto, las condiciones artríticas más comunes son la osteoartritis y la artritis reumatoide. Ambas tienen en común el dolor, la hinchazón y la rigidez de las articulaciones, pero en realidad son condiciones muy diferentes.
La osteoartritis (OA) es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta comúnmente a las manos, la columna vertebral, las caderas y las rodillas. Entre los factores que influyen en el desarrollo de la OA se encuentran la predisposición genética, el envejecimiento, el desgaste por uso repetitivo y las lesiones traumáticas de las articulaciones (como los desgarros de ligamentos de tercer grado en la rodilla). La OA se diagnostica teniendo en cuenta los antecedentes (tal vez una lesión antigua), el comportamiento del dolor, el examen clínico de la hinchazón de la articulación y la amplitud de movimiento de la articulación y las imágenes de rayos X. Puede afectar a una o varias articulaciones y se desarrollará lentamente con el tiempo.
La osteoartritis (OA) es el tipo más común de artritis, que afecta a más de tres millones de canadienses – ¡eso es uno de cada 10! La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria autoinmune que afecta al revestimiento de las articulaciones, llamado sinovia, y ocasionalmente a algunos órganos internos como los pulmones y los ojos. La aparición de esta enfermedad puede ser lenta y gradual o repentina y grave, y el dolor y la hinchazón de las articulaciones también pueden ir acompañados de fatiga y fiebre de bajo grado. La AR afecta a las pequeñas articulaciones de las manos y los pies, así como a la mandíbula y la parte superior del cuello, los hombros, los codos, las rodillas y los tobillos. Curiosamente, las articulaciones de las caderas están menos afectadas por la AR.
El control médico por parte de un reumatólogo (médico especializado en artritis) es obligatorio para el diagnóstico y el tratamiento satisfactorios de la AR. Los medicamentos actuales, y el conocimiento médico de cómo combinarlos de la mejor manera posible, se esfuerzan por lograr la remisión de las condiciones de la artritis autoinmune, como la artritis reumatoide. Este es un gran avance con respecto al pasado, cuando los medicamentos controlaban el dolor y la hinchazón pero no modificaban el curso de la enfermedad.
¿Cómo tratan los fisioterapeutas la artritis?
Diagnóstico, diagnóstico, diagnóstico ¡Un diagnóstico preciso! A menudo, los pacientes con artritis no diagnosticada asisten a la fisioterapia para que les ayuden con su dolor y rigidez de columna, cadera, rodilla, hombro o mano. Como fisioterapeutas, en Fisioterapia Miguel Peña estamos capacitados para hacer preguntas que determinan el inicio y el patrón del dolor y hacer exámenes clínicos de las articulaciones y sus movimientos que nos dan una gran cantidad de información sobre lo que está causando el problema de la articulación. Cuando es apropiado, comunicamos nuestros hallazgos al médico del paciente. La evaluación de un fisioterapeuta puede ayudar al médico a solicitar directamente pruebas médicas como análisis de sangre e imágenes de rayos X.
Cuando un paciente tiene un diagnóstico médico, como la artritis reumatoide en su primera visita, somos capaces de avanzar rápidamente para desarrollar un plan de tratamiento de fisioterapia personalizado con objetivos realistas. Los fisioterapeutas son educadores y una parte dinámica del equipo médico que trata las condiciones artríticas. Nos esforzamos por ayudar a nuestros pacientes a entender su artritis en su estado actual y proyectándonos hacia el futuro.